Gas Natural

Recientemente un familiar mío se ha mudado de vivienda. Junto con los trámites de darse de alta en la compañía eléctrica, el teléfono y demás optó por pasarse a Gas Natural ya que un comercial le informó de lo ventajoso que era en aquel momento debido a la existencia de una oferta, según la cual se ahorraba la instalación y el alta en el servicio. Todos estos trámites se llevaron a cabo por teléfono con lo que no existen papeles firmados ni nada por el estilo. Al cabo de un mes llegó una factura de Gas Natural por importe de 120€ ante lo cual mis familiares se vuelven a poner en contacto con la empresa y la única respuesta que obtienen es un "ya le llamaremos". Pues bien 15 días más tarde un operario de Gas Natural se presenta en la vivienda de mis familiares con la intención de entrar y cortarles el gas por impago. Naturalmente a dicho individuo no se le dejó entrar en la vivienda y seguidamente se volvieron a poner en contacto con la empresa. La respuesta fue muy interesante. Según la persona que los atendió por teléfono, donde digo digo, digo diego. Ni había oferta en aquel momento ni nada que se le pareciese y ahora además de los 120€ iniciales se les pedía otros 150€ en concepto de instalación. En resumen; nos estamos acostumbrando a dar de alta servicios que suponen un contrato sin que medie por medio ningún tipo de contrato sino simplemente una conversación telefónica que normalmente es guardada por la empresa como prueba del contrato pero que no está en disponibilidad del usuario. Por ello ante un problema como el caso que nos ocupa, el usuario no tiene elementos materiales para demostrar que ha sido objeto de una estafa en toda regla que le supone un perjuicio económico.

Finalmente mis familiares han tenido que pagar 270€ en concepto de instalación y alta del servicio, precio con el que podrían haber estado pagando la bombona de butano durante aproximadamente 4 años!!! Este es el país que tenemos, donde el fuerte ( la empresa privada) abusa del débil ( no hace falta que diga quien es) en su propio beneficio y al amparo de una serie de leyes hechas ad doc por gobiernos siervos y en deuda con sus benefactores.