El peligroso lio del Statut

Respecto a todo el seísmo que ha producido en el debate nacional la sola posibilidad de que el estatuto de Cataluña sea declarado como inconstitucional por el Tribunal Constitucional podemos concluir que todo se está haciendo rematadamente mal. A partir de este punto lo que cabe preguntarse es si tanto desatino es a conciencia o es que sencillamente somos uno sobre dotados en esto de liarla.

En democracia todo debe encontrarse sometido al imperio de la ley. Este principio que es de perogrullo y todas las fuerzas políticas hacen suyo ante los medio de comunicación, es constantemente violado cuando el interés partidario así lo precisa. De esta guisa tenemos un Tribunal Constitucional cuestionado por todas las partes implicadas. Unos dicen que se presiona al tribunal con la publicación en toda la prensa atalana de un editorial que además de poner de manifiesto lo que los dueños de dichos medios de comunicación piensan (que no todos los ciudadanos de Cataluña) sirve para presionar al Tribunal Constitucional. Además las fuerzas políticas catalanas critican que dicho tribunal está carente de capacidad e independencia para fallar sobre este tema. Las razones son muy válidas también: que el tribuna está caducado en su renovación por casi 3 años, que está casi a la mitad de sus miembros por recusaciones tendenciosas que hicieron aquellos que interpusieron el recurso de inconstitucionalidad, que llevan 3 años estudiando el caso, lo cual es una dilación inaudita, etc, etc. Por otro lado el PP se rasga las vestiduras pidiendo respeto para el tribunal y que terminen las presiones. Es preciso recordar al PP que esto mismo debería de haber pensado antes de que ellos mismos presionar al tribunal, impidiendo su renovación y recusando a todos los magistrados que pensaban podían fallar en contra de sus intereses.

Como consecuencia de este conjunto de despropósitos al final la cuerda se está tensando más de lo conveniente y el problema se está planteando en términos muy peligrosos ya que las diferentes partes implicadas van a terminar por obligarse unas a otras a solucionar el siguiente problema:

                -¿Qué debe prevalecer la decisión del Tribunal constitucional o el resultado del referéndum sobre el statut que se llevó a cabo en Cataluña.?

Contra el Tribunal Constitucional ya hemos expuesto todos los argumentos que se dan estos días desde Cataluña, pero sobre el referéndum también podemos poner peros, como la baja participación que hubo, la cual no llegó ni al 50%. Luego podíamos decir que más de la mitad de los catalanes no han apoyado expresamente dicho statut...