Estos días estoy asistiendo estupefacto a la lección de deformación de masas con la que nos obsequia Telecinco. Concretamente el Viernes 21 de Agosto tuvimos que tragarnos su telebasura en forma de programa de corazón por la mañana, tarde y noche.....uffff agotador. Sería curioso que los responsables de la cadena nos explicaran a los televidentes como entienden ellos los conceptos de horarios protegidos para menores, autorregulación de contenidos, etc. En estos programas a la señora Belen Estebán la estan conviertiendo en alma matter por su "gran capacidad comunicativa" a la cual nos tiene acostumbrados. Pero lo que me llamó la atención es que ahora la susodicha señora se atreve a hablar hasta de política emitiendo juiciosos argumentos contra la ayuda del gobierno para los parados que han agotado su prestación por desempleo.
Cuando las cadenas permiten que contertulios de tan amplia experiencia profesional en el campo de la política, el periodismo y la comunicación acaparen todos los espacios de máxima audiencia está claro hacia donde nos quieren conducir; al idiotismo absoluto.
Es cierto que sería injusto cargar las tintas únicamente contra Telecinco, cuando de una manera o de otra todas las televisiones privadas han entrado al trapo en conquistar la necrofilia televisiva.
Quedando de forma manifiesta y evidente que las televisiones son incapaces de autorregularse ,vease los incumplimientos en tiempos de publicidad, contenidos para adultos en horario protegido, etc; creemos que es necesaria una regulación severa de todos estos puntos ya que es responsabilidad del gobierno la higiene televisiva y la protección de los menores frente a ofertas televisivas tan dañinas.
Cuando las cadenas permiten que contertulios de tan amplia experiencia profesional en el campo de la política, el periodismo y la comunicación acaparen todos los espacios de máxima audiencia está claro hacia donde nos quieren conducir; al idiotismo absoluto.
Es cierto que sería injusto cargar las tintas únicamente contra Telecinco, cuando de una manera o de otra todas las televisiones privadas han entrado al trapo en conquistar la necrofilia televisiva.
Quedando de forma manifiesta y evidente que las televisiones son incapaces de autorregularse ,vease los incumplimientos en tiempos de publicidad, contenidos para adultos en horario protegido, etc; creemos que es necesaria una regulación severa de todos estos puntos ya que es responsabilidad del gobierno la higiene televisiva y la protección de los menores frente a ofertas televisivas tan dañinas.