domingo, 13 de agosto de 2017

Post-Verdad, otra forma de engañarnos


Los medios de comunicación nos indican cada día a quien debemos odiar, quiénes son los buenos y quiénes son los malos. Se trata de una manera donde dejamos de pensar por nosotros mismos y nos convertimos sencillamente en seguidores de los pensamientos e intereses de otros.

Os cuento todo esto porque el otro día hablando con una persona que conocía me dice: mira, el chino ese está loco y nos va a llevar a la guerra a todos. La verdad es que ni se refería a un chino ni pienso realmente que esté loco. Se refería el presidente de la República Democrática de Corea del Norte Kim Jong Un. Pero este ejemplo me va a servir para explicitar algo a lo que vengo dándole ya vueltas desde hace tiempo.

Actualmente vivimos en un mundo donde la opinión pública es controlada por los medios de comunicación. En este monopolio de la información las grandes corporaciones crean  lo que actualmente se llama una post-verdad. La post-verdad no es más que una mentira encumbrada a dogma incuestionable a base de repetición. Para conseguir esto es imprescindible que la inmensa mayoría de los medios de comunicación siguan la misma línea editorial una línea . De esta manera se hace creer a la gran masa del público que al ser la única información que les llega esta es cierta, no existe alternativa o es insignificante. Todo esto fue maravillosamente desarrollado por Noam Chomsky en su libro "cómo nos venden la moto" que os recomiendo a todos.

En la actualidad podemos ver diversos ejemplos de esta post-verdad.  El caso de Venezuela, especialmente en España,la locura y belicismo de Corea del Norte, la legitimidad de todos los actos llevados a cabo por Israel, las armas de destrucción masiva de Sadam Husein, lo malvado de Bin Ladem, etc. Son solo algunos ejemplos de como los medios de comunicación han llevado determinados temas al área de lo  incuestionable.

Centrémonos en el caso que me servía de excusa para hablar de este tema el caso de Corea del Norte. Mi interlocutor no dudó en afirmar que Kim Jong Un era un loco asesino.No le cabía duda de que es un loco que incluso había asesino a varios miembros de su familia que ocupaban puestos en el gobierno.

Yo realmente no tengo información de primera mano de qué ocurre en Corea del Norte. Por todos es sabido que es uno de los estados más herméticos en cuanto a información hacia el exterior que se conoce. Sin embargo, es cierto que desde agencias surcoreanas se informa cada poco que un general ha sido eliminado porque no seguía las directrices del partido o que un determinado familiar fue asesinado en extrañas circunstancias por disidente. El problema es que si investigamos, tras un tiempo se pueden ver como en determinado desfile militar o en la inaguración de alguna infraestructura se vio de nuevo a ese general o se vio de nuevo a ese supuesto familiar fallecido. En este sentido los ejemplos son muy numerosos el problema es que no se le da ninguna cobertura al contrario que a las informaciones anteriores.

Por eso es tan importante centrarse en los hechos. Los hechos lo que nos dicen es que es obvio que Corea del Norte no ha seguido el mismo destino de Libia, Siria, Egipto, Somalia, Etiopia, etc sencillamente porque dispone de bombas nucleares. Es obvio que Corea del Norte no es una democracia pero visto lo visto ser en una democracia tampoco es una garantía de respeto a los derechos humanos. Tan solo tenemos que ver por ejemplo el máximo estandarte de la democracia mundial EEUU como incumple el tratado de los derechos humanos de forma reiterativa. Recordemos en este sentido Guantánamo, la legalidad de la tortura, la pena de muerte, los derechos para las minorías afroamericanas o indígenas, la explotación laboral, el derecho a la jubilación, el derecho a la sanidad,etc.

Y sin embargo, otros régimenes no democráticos y represivos como Arabia Saudí no reciben los ataques furibundos de los medios de comunicación como lo hace por ejemplo Corea del Norte.

Es decir, los medios de comunicación crean la realidad de las masas en función de sus intereses. Las masas, como borregos se las creen y odian o adoran según interesa. De esta manera es facilmente dominar y esclavizar a las masas mientras dirigen sus bajos instintos contra los títeres que otros han creado.

Tal como decia Shakespeare en el Rey lear
"Es calamidad de estos tiempos que los locos guíen a los ciegos"

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